En un pueblo llamado Dos Hermanas, habían unas escaleras. Éstas siempre estaban mojadas y rodeadas de plantas.
Yo, tenía que pasar por las escaleras para ir a casa de Vanessa. Lo tenía que hacer porque tenía que hacer un trabajo con ella. Pero desde que me enteré, que por esas escaleras, había un pastor alemán, cogí mucho miedo. Entonces Vanessa unos cuantos días tuvo que hacer el trabajo sola. Al cabo de 3 días el perro murió, y desde entonces yo pasaba cuando quería y además sin miedo.Belen Buñales